
Alemania, Italia, Portugal y ahora Irlanda se suma a la lista de países europeos que se posicionan a favor del cannabis como medicina y tratamiento para ciertas enfermedades.

Por cada líder que un cartel perdía. Por cada sicario asesinado. Por cada célula que se descabezaba, el grupo superviviente se transformaba en una entidad independiente. Siendo, de esta manera, más difícil de identificar y entender su funcionamiento. Es una guerra que han perdido Estados Unidos y su DEA. La gran potencia mundial, país creador del “war on drugs”.

Un equipo de fútbol austríaco anunció a su nuevo patrocinador: una empresa productora de esquejes para la industria cannábica.

Aunque parezca raro, Corea del Norte, siendo el país más hermético y conservador del mundo y uno de los menos alineados con el stablishment occidental, tiene legalizado tanto el consumo, como el cultivo o la venta del yeoksam (cannabis de toda la vida).

Probablemente hayas ido ya. Es uno de los mayores destinos turísticos del mundo y un lugar marcado en el mapa para todo aquel al que le gusta viajar y disfrutar del cannabis. Hablamos de Ámsterdam.

Con la reciente legalización del cannabis en Canadá, las empresas de cannabis buscan profesionales especializados para sus equipos.

La marihuana se ha constituido en un inesperado aliciente para que las personas jóvenes opten por la vacunación en algunos de los Estados Unidos a través de un regalo muy original que darán las autoridades.

Una iniciativa de un dispensario medicinal de la ciudad de Gardiner en el estado de Maine, Estados Unidos, cambia basura por cannabis.

Recientemente se ha inaugurado en Las Vegas Cannabition, el primer museo interactivo del cannabis en todo el mundo.

Una escuela de formación en la Outaouais, Canadá, ofrecerá una formación profesional en cannabis, especialista en control de calidad y procesamiento del cannabis a partir de septiembre.

Un relevo en la cúpula de la Delegación departamental de Pilar evidencia la desaparición de 540 kg de marihuana. Los responsables aseguran que han sido las ratas.

Beth Curtis lleva años trabajando a favor de condenados por crímenes no violentos relacionados con el cannabis, lo que le ha llevado a recibir el sobrenombre de la Madre Teresa de los presos por cannabis.