El cultivo de cannabis, una industria en expansión, enfrenta desafíos importantes en términos de sostenibilidad. Según un nuevo estudio publicado en One Earth, la producción de cannabis representa ya el 1 % de las emisiones nacionales totales de gases de efecto invernadero en Estados Unidos, equivalentes a las emisiones generadas por aproximadamente 10 millones de automóviles. Este impacto, en gran medida impulsado por el cultivo de interior, destaca la necesidad urgente de transitar hacia modelos más ecológicos, como el cultivo al aire libre.
El Impacto Ambiental del Cultivo de Interior
El cultivo de cannabis en interiores es uno de los principales responsables del consumo energético y las emisiones de la industria. Alrededor del 90 % de las emisiones provienen de este método, que requiere una combinación intensiva de iluminación artificial, calefacción y ventilación. Este enfoque no solo consume grandes cantidades de energía, sino que también tiene efectos negativos sobre la calidad del aire, la producción de residuos y los costes energéticos.
“El cannabis se ha convertido en el cultivo con mayor consumo de energía y carbono”, afirma el autor del informe, Evan Mills, quien señala que la huella física del cultivo interior supera incluso la dedicada a la producción de alimentos y la floricultura bajo iluminación artificial.
Cultivo en Exterior: Una Alternativa Sostenible
El estudio revela que trasladar el cultivo de cannabis de interiores a exteriores podría reducir las emisiones de carbono hasta en un 76 %. Esto no solo disminuiría significativamente el impacto ambiental de la industria, sino que también aprovecharía los beneficios naturales del entorno, como la luz solar y la ventilación natural, eliminando la necesidad de tecnologías intensivas en energía.
Además, un informe previo de Agricultural Science and Technology concluyó que la producción de cannabis al aire libre emite 50 veces menos carbono que el cultivo en interiores. Este modelo más sostenible también favorece la conservación de recursos, reduce costes y minimiza los impactos negativos en ecosistemas locales.
Iniciativas y Políticas para un Futuro Verde
El informe enfatiza que una transición hacia el cultivo al aire libre requeriría iniciativas políticas y apoyo gubernamental. Entre las propuestas se encuentran el fomento del cultivo doméstico, el uso más amplio de invernaderos y la implementación de fuentes de energía renovable como la solar. Aunque la legalización federal del cannabis podría ofrecer oportunidades para la optimización ambiental, el estudio subraya que depender únicamente de las fuerzas del mercado no es suficiente para abordar los desafíos climáticos de esta industria.
Por ejemplo, estados como Colorado ya están implementando programas para financiar la eficiencia energética en la producción de cannabis y explorar soluciones innovadoras, como la reutilización del dióxido de carbono emitido por la industria cervecera para estimular el cultivo de marihuana.
El Futuro del Cannabis y el Medio Ambiente
La transición hacia un cultivo sostenible no solo reducirá la huella de carbono de la industria, sino que también podría convertirse en un modelo para otros sectores agrícolas. Con esfuerzos conjuntos de productores, legisladores y consumidores, el cannabis tiene el potencial de convertirse en una fuerza impulsora de prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.
