El Tribunal de Apelación de Berlín (KG) ha emitido una histórica decisión que permite a los reclusos que cumplen penas de al menos seis meses poseer hasta 50 gramos de cannabis en sus celdas, siempre que sea para consumo personal. El fallo, emitido el 28 de mayo de 2025, amplía el concepto de «domicilio habitual» en la Ley de Cannabis Personal (KCanG), reconociendo que una celda de prisión puede considerarse residencia a efectos legales.
Un caso que marcó precedente
La decisión se basa en el caso de un hombre encarcelado desde septiembre de 2023, quien fue hallado con 45,06 gramos de resina de cannabis en su celda, con un contenido de 13,64 gramos de THC. Aunque inicialmente se inició un proceso penal contra él, el Tribunal de Distrito de Berlín-Tiergarten determinó que el cannabis estaba dentro del límite legal permitido para posesión privada, desestimando los cargos.
El tribunal argumentó que el concepto de residencia habitual, según la KCanG, incluye cualquier lugar donde una persona permanezca durante al menos seis meses consecutivos, independientemente de si la estancia es voluntaria o no. Las interrupciones breves en la permanencia en prisión no afectan esta clasificación, consolidando así el derecho de los reclusos a la posesión de cannabis dentro de la celda.
Objeciones de la fiscalía
A pesar del fallo favorable para el acusado, la fiscalía presentó una apelación, argumentando que la ley no pretendía autorizar la posesión de cannabis dentro de las cárceles. Citó el artículo 8(2) del Código de Procedimiento Penal, que generalmente utiliza el último domicilio conocido de una persona como referencia legal.
El Servicio de Fiscalía de la Corona también expresó preocupaciones sobre seguridad y orden dentro de los centros penitenciarios, advirtiendo que la presencia de cannabis podría dificultar la gestión de los internos y dar lugar a problemas de disciplina.
El Tribunal de Apelación ratifica el derecho a la posesión
A pesar de la oposición de la fiscalía, el Tribunal de Apelación de Berlín confirmó la decisión del Tribunal de Distrito de Tiergarten, reiterando que la residencia habitual debe definirse según las condiciones de vida reales de una persona. Argumentó que el concepto de residencia, tal como se aplica en otras áreas legales y fiscales, debe respetarse en el marco de la legislación sobre cannabis.
El tribunal enfatizó que la ley no establece explícitamente restricciones sobre la posesión de cannabis en prisión y que las preocupaciones sobre seguridad y orden no pueden justificar la limitación de los derechos conferidos por la KCanG.
¿Se permite el consumo dentro de la prisión?
Aunque el fallo permite la posesión de cannabis en las celdas, el tribunal aclaró que esto no implica el derecho al consumo dentro de prisión. Las administraciones penitenciarias mantienen la facultad de prohibir el consumo de cannabis dentro de los centros de detención, fundamentando esta restricción en razones de seguridad institucional.
Asimismo, el Tribunal de Apelación no se pronunció sobre el cultivo de cannabis en las prisiones. Aunque la KCanG limita el cultivo doméstico a viviendas privadas, no quedó claro si esta definición podría extenderse a las celdas de los internos. Se espera que futuras decisiones judiciales aclaren esta posible laguna legal.
Este fallo marca un avance en la legislación de cannabis en Alemania y abre el debate sobre los derechos de los reclusos en torno a la posesión y posible consumo de esta sustancia dentro del sistema penitenciario.
