El ex campeón de boxeo Mike Tyson, quien en los últimos años ha incursionado en la industria del cannabis con su empresa Tyson 2.0, visitó un laboratorio de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en Nueva York acompañado por la fiscal federal interina para el Distrito de Nueva Jersey, Alina Habba. Durante el recorrido, Tyson vistió una chaqueta de la DEA mientras exploraba las instalaciones y aprendía sobre diversas sustancias ilegales, entre ellas marihuana, psilocibina y fentanilo, este último de especial preocupación debido a su letalidad y a los riesgos de contaminación en el mercado ilícito.
El ex boxeador admitió su falta de conocimiento previo sobre el fentanilo y expresó su sorpresa al descubrir que una pequeña cantidad de la sustancia puede resultar fatal. “Nunca me educaron sobre el fentanilo y esto es nuevo para mí”, comentó Tyson al New York Post, destacando la importancia de estar informado sobre las leyes y los peligros asociados con el consumo de drogas.
Aprovechando su visita, Tyson conectó el problema del fentanilo con su empresa de cannabis, asegurando que su misión es garantizar que los productos de Tyson 2.0 sean seguros y cumplan con los estándares de calidad necesarios. Recordó además sus propias experiencias con el consumo de sustancias como cocaína y alcohol en el pasado, admitiendo que ya no las consume y enfatizando su compromiso con un mercado de cannabis regulado y libre de contaminantes.
Habba, quien anteriormente trabajó en la Casa Blanca de Trump, confirmó la gravedad del problema del fentanilo y la toxicidad presente en el suministro de drogas ilícitas. “Son unos grandes defensores, los Tyson, del uso seguro, y de asegurarse de que no provenga de China o sea un pesticida”, afirmó la fiscal.
Tras la visita al laboratorio de la DEA, Tyson expresó su desconcierto respecto a la clasificación de las drogas por parte de la agencia. En una publicación de X, preguntó: “¿Cómo es que el cannabis es de la lista I, pero el fentanilo que mata a millones es de la lista II? Algo está roto y hay que arreglarlo”. Su comentario pone de manifiesto la controversia existente en torno a la regulación del cannabis en Estados Unidos y el papel que juega la DEA en su clasificación.
Cabe destacar que, un día antes de la visita, Tyson fue fotografiado junto al expresidente Donald Trump en un evento de UFC, imagen que la compañía Tyson 2.0 calificó como “poderosa”. No está claro si Tyson y Trump discutieron la política de drogas durante su encuentro, aunque la postura del expresidente sobre la marihuana ha sido ambigua a lo largo de los años. A pesar de haber respaldado iniciativas para la reprogramación del cannabis y mejorar el acceso a la banca para la industria, Trump ha evitado pronunciamientos más claros sobre el tema.
En una publicación adicional, Tyson 2.0 subrayó la importancia de adquirir productos de cannabis en dispensarios regulados que cumplan con los estándares de seguridad, advirtiendo sobre los riesgos de consumir sustancias sin control de calidad.
Por otro lado, Tyson ha hablado abiertamente sobre su consumo de cannabis y otras sustancias en varias ocasiones. En 2019, en una entrevista con Joe Rogan, mencionó cómo la marihuana ha influido positivamente en su percepción de sí mismo, afirmando: “Me gusta quién soy cuando fumo marihuana” y reconociendo que, sin ella, a veces no le agrada su propia personalidad.
Este episodio refuerza la imagen de Tyson no solo como un empresario en la industria del cannabis, sino también como un defensor de la regulación y seguridad en el consumo de la sustancia, especialmente en un contexto donde el fentanilo representa una amenaza creciente en el mercado de drogas ilegales.
