Durante años, ha persistido la idea de que el consumo de cannabis está relacionado con un estilo de vida sedentario y niveles reducidos de actividad física. Sin embargo, un estudio publicado en Journal of Cannabis Research en abril de 2025 ha puesto a prueba esta suposición al analizar una amplia muestra de población belga. Los resultados fueron sorprendentes: no se encontró evidencia de que el consumo de cannabis afecte positiva o negativamente la actividad física de los consumidores.
Diseño del Estudio y Población Analizada
Para llevar a cabo una investigación representativa, los científicos utilizaron datos de la Encuesta Belga de Salud, un estudio longitudinal que ha recopilado información sobre la salud de la población cada cuatro o cinco años desde 1997. Se analizaron los datos de las ediciones de 2001 a 2018, con un total de casi 20.000 personas de entre 15 y 64 años.
El estudio comparó tres grupos distintos:
- Consumidores actuales de cannabis (último mes).
- Ex consumidores (personas que lo usaron en algún momento, pero no en el último mes).
- Personas que nunca consumieron cannabis en su vida.
Para garantizar resultados precisos, los investigadores ajustaron múltiples covariables, como:
- Edad
- Educación
- Sexo
- Nivel de actividad física previo
- Grado de urbanización
- Problemas de salud mental (depresión y ansiedad)
- Año de la encuesta y ubicación geográfica
Además, debido a la ilegalidad del cannabis en Bélgica, la encuesta se realizó de forma anónima para minimizar posibles sesgos en las respuestas.
Hallazgos Claves del Estudio
1. No hay evidencia de impacto en la actividad física
Los investigadores realizaron análisis de regresión estadística y emparejamiento por puntuación de propensión para determinar si existía una relación entre el consumo de cannabis y la actividad física. Ninguno de los análisis encontró un efecto positivo o negativo significativo. Es decir, consumir cannabis en el último mes no está asociado con un aumento ni una disminución en los niveles de ejercicio.
2. Tendencias demográficas en el consumo de cannabis
Los datos revelaron patrones interesantes en el consumo de cannabis:
- A medida que aumenta la edad, la probabilidad de consumo disminuye.
- Los hombres reportan un mayor consumo en comparación con las mujeres.
- Las personas que han experimentado ansiedad tienen una mayor tendencia a consumir cannabis.
Estos hallazgos sugieren que el uso de cannabis puede estar influenciado por factores sociales y de salud mental.
3. Limitaciones del estudio y aspectos no analizados
A pesar de sus conclusiones sólidas, el estudio también reconoce ciertas limitaciones que deben tenerse en cuenta:
- No se recopiló información sobre la frecuencia de consumo de cannabis en el último mes.
- No se diferenciaron los tipos de cannabinoides consumidos, como THC o CBD.
- No se investigó cuándo se consumió cannabis en relación con la actividad física (antes o después del ejercicio).
- No se distinguió entre cannabis medicinal y cannabis recreativo.
4. Reevaluación del estereotipo del consumidor sedentario
Uno de los objetivos del estudio era evaluar críticamente la idea de que los consumidores de cannabis tienen un estilo de vida menos activo. Al no encontrar diferencias significativas en los niveles de actividad física entre consumidores y no consumidores, los investigadores sugieren que esta imagen estereotipada debería ser reconsiderada.
Sin embargo, enfatizan que promover la actividad física sigue siendo crucial, tanto entre consumidores como entre no consumidores de cannabis.
Implicaciones del Estudio para el Debate sobre Cannabis
Este estudio aporta nueva evidencia que puede influir en el debate sobre el cannabis en distintos ámbitos:
- Política de salud pública: Si el cannabis no reduce la actividad física, ¿cómo debería abordarse en campañas de salud?
- Deporte y bienestar: A medida que más atletas exploran el uso de cannabis (especialmente CBD) para recuperación muscular, este estudio sugiere que no afectaría negativamente el entrenamiento.
- Percepción social: Los consumidores de cannabis pueden no ser necesariamente menos activos, lo que podría ayudar a reducir la estigmatización.
Conclusión
El vínculo entre cannabis y un estilo de vida sedentario ha sido cuestionado con evidencia sólida. No hay datos que respalden la idea de que quienes consumen cannabis hacen menos ejercicio que quienes no lo consumen. A pesar de ciertas limitaciones, el estudio belga refuerza la necesidad de analizar el tema con datos objetivos, dejando de lado estereotipos.
Los investigadores han sugerido que estudios futuros deberían profundizar en aspectos como la frecuencia de consumo, los cannabinoides específicos utilizados y la relación temporal entre consumo y ejercicio.
