La legalización del cannabis recreativo en Canadá en octubre de 2018 marcó un hito mundial. Más allá de las implicaciones sociales y legislativas, la pregunta que intrigaba a expertos e industrias era clara: ¿cómo afectaría este cambio al consumo de bebidas alcohólicas? ¿Sustituiría el cannabis al alcohol en los hábitos cotidianos? ¿O, por el contrario, se convertiría en su compañero habitual?
Este artículo analiza una investigación detallada que ofrece respuestas matizadas y abre nuevas líneas de reflexión sobre el comportamiento de consumo en una sociedad que ha normalizado el uso legal de ambas sustancias.
🔍 El dilema inicial: menos alcohol, más salud… ¿o más riesgo combinado?
Antes de la legalización, los efectos del cannabis sobre el consumo de alcohol eran inciertos:
- Si los consumidores elegían el cannabis como sustituto del alcohol, esto podía tener beneficios sanitarios al reducir los riesgos asociados al exceso de bebida.
- Si ambas sustancias se consumían de forma conjunta, esto podría aumentar los peligros relacionados con su interacción y los costos médicos.
Esta dualidad planteó desafíos para la industria y los gobiernos. Por ejemplo:
- Productores de alcohol adquirieron cultivadores de cannabis para anticiparse a los cambios.
- Empresas de cannabis compraron cervecerías buscando diversificación.
El futuro del consumo no solo era incierto desde el punto de vista médico, sino también desde el económico y estratégico.
📊 Qué ocurrió realmente: un análisis nacional de ventas de alcohol (2004–2022)
Un grupo de investigadores comenzó a estudiar las ventas de alcohol a nivel nacional durante 18 años para detectar tendencias de largo plazo.
Principales hallazgos:
- Las ventas totales se mantuvieron relativamente estables entre 2004 y 2022.
- La venta de cervezas cayó progresivamente, mientras que aumentaron las de hieleras, bebidas mezcladas y otras opciones más modernas.
- No hubo cambios drásticos tras la legalización en 2018, ni en las ventas mensuales ni en las anuales.
Es decir, a nivel nacional, el mercado del alcohol no sufrió una sacudida inmediata. Los cambios fueron suaves, posiblemente difuminados por otros factores del mercado y la evolución de los gustos.
🌐 Zoom local: el caso único de Nueva Escocia
Mientras que la mayoría de las provincias prohibieron que las licorerías vendieran cannabis, Nueva Escocia tomó un camino diferente: su corporación estatal de licores se convirtió en el principal minorista de cannabis recreativo.
Esta decisión permitió estudiar una comparación única entre:
- Tiendas que vendían solo alcohol
- Tiendas que vendían alcohol y cannabis al mismo tiempo
Resultados del estudio regional:
- Tras la legalización, las ventas totales de alcohol en tiendas exclusivamente alcohólicas disminuyeron, cayendo unos $800,000 mensuales respecto al promedio anterior.
- En las tiendas mixtas (alcohol + cannabis), las ventas aumentaron, sumando unos $300,000 mensuales por encima del promedio.
Este patrón sugiere que, lejos de abandonar el alcohol, algunos consumidores simplemente cambiaron de tienda, aprovechando la posibilidad de comprar cannabis y alcohol juntos en un solo lugar. La idea de «una parada, doble propósito» se impuso como comportamiento práctico.
🤯 ¿Cambio de sustancia o cambio de punto de venta?
Aunque los datos no permiten saber con certeza por qué ocurrieron estos cambios, las hipótesis son interesantes:
- Algunos consumidores sí sustituyeron el alcohol por el cannabis, especialmente tras la novedad de la legalización.
- Otros simplemente modificaron su rutina de compra, prefiriendo adquirir ambos productos en el mismo establecimiento.
- La posibilidad de comprar cannabis legal pudo haber incentivado a clientes que antes compraban en mercados ilícitos a acudir a tiendas reguladas… y de paso llevarse una botella extra.
🚧 Limitaciones y el factor COVID-19
La investigación cubre el período hasta febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia. A partir de marzo, el COVID-19 alteró drásticamente el panorama del consumo:
- Las ventas de alcohol se vieron afectadas por el cierre de bares y restaurantes, y el confinamiento modificó hábitos personales.
- El consumo de cannabis no disminuyó, e incluso aumentó en ciertos segmentos poblacionales.
Esto hace que separar los efectos reales de la legalización de los efectos pandémicos sea un desafío complejo.
👥 Una cuestión generacional: ¿los jóvenes están cambiando el paradigma?
El futuro podría depender de las nuevas generaciones que alcanzan la mayoría de edad en una Canadá donde el cannabis recreativo es legal y accesible. Para estas personas, la marihuana podría estar tan normalizada como el vino o la cerveza.
El autor especula que:
“La legalización no provocó un salto inmediato en los hábitos de consumo, pero podría generar transformaciones graduales a largo plazo”.
Estas transformaciones podrían incluir:
- Menos iniciación al alcohol entre adolescentes.
- Mayor preferencia por productos cannábicos suaves como el CBD.
- Estilos de consumo recreativo más variados, que mezclen ambas sustancias en eventos sociales, de forma más controlada.
🧭 Conclusión: ¿transformación silenciosa o equilibrio estable?
La legalización del cannabis recreativo en Canadá no generó una disrupción brusca en el consumo de alcohol nacional. Sin embargo, los estudios regionales sugieren comportamientos emergentes que podrían reconfigurar el mercado en los próximos años.
Lo más importante es observar cómo la legalización crea nuevas dinámicas culturales, desde el tipo de tienda que elige el consumidor hasta el posible desplazamiento del alcohol por nuevas opciones recreativas.
En este contexto, la salud pública, la industria y las políticas de consumo deben adaptarse a una sociedad donde el cannabis está presente, regulado y cada vez más aceptado.
