Encuesta revela preocupaciones estructurales en el sistema de salud británico
Una nueva encuesta realizada a 500 médicos del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido —incluyendo una amplia representación de médicos de cabecera— ha revelado una creciente frustración ante la falta de opciones terapéuticas eficaces para tratar condiciones complejas como el dolor crónico y los problemas de salud femenina. Los resultados reflejan una demanda urgente de tratamientos alternativos, entre ellos el cannabis medicinal, que podría ofrecer alivio a millones de pacientes desatendidos.
🔍 Principales hallazgos de la encuesta
- Salud femenina en crisis:
- El 75% de los médicos considera que las opciones para tratar afecciones como la endometriosis, el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) y la menopausia son insuficientes.
- Las listas de espera para atención ginecológica se han duplicado desde 2020.
- Dolor crónico, una carga invisible:
- El 67% de los médicos afirma que los pacientes con dolor crónico ocupan la mayor parte de su semana laboral.
- Condiciones como fibromialgia, artritis y dolor de espalda siguen siendo difíciles de tratar con los recursos actuales.
- Dependencia de opioides:
- El 75% de los encuestados cree que los tratamientos convencionales para el dolor crónico tienen efectos secundarios preocupantes a largo plazo.
- Existe una percepción generalizada de que el Reino Unido depende excesivamente de los opioides para controlar el dolor.
🌱 Cannabis medicinal: una alternativa emergente
- Apertura médica:
- El 87% de los médicos estaría dispuesto a recetar cannabis medicinal para el dolor crónico.
- El 80% lo consideraría para tratar afecciones de salud femenina si estuviera disponible dentro del NHS.
- Experiencia clínica:
- Alternaleaf, clínica especializada en cannabis medicinal, afirma haber emitido miles de recetas en el último año para tratar condiciones ginecológicas.
👩⚕️ Testimonio de la Dra. Nikki Ramskill
La Dra. Ramskill, fundadora de The Female Health Doctor Clinic, denuncia que muchas mujeres reciben tratamientos genéricos como antidepresivos o analgésicos sin que se aborde la raíz hormonal, inflamatoria o multifactorial de sus síntomas. Según ella:
“Las mujeres merecen saberlo. Necesitamos un enfoque más personalizado y mejor informado para satisfacer realmente sus necesidades.”
La falta histórica de investigación en salud femenina y la escasa formación especializada de los profesionales agravan el problema, dejando a muchas mujeres en silencio y sin soluciones efectivas.
🧬 Caso real: Kirstie Baker y el cannabis medicinal
Kirstie Baker, una mujer de 56 años de Cardiff, sufrió intensamente los síntomas de la menopausia tras una histerectomía. Los tratamientos convencionales —antidepresivos y parches hormonales— no solo fueron ineficaces, sino que empeoraron su estado físico y emocional.
Gracias a una recomendación familiar, Kirstie probó el cannabis medicinal en 2024. Su testimonio es revelador:
“Funcionó desde el primer día. Me devolvió la calma, el sueño y la claridad mental. Mi esposo dijo: ‘He recuperado a mi esposa’.”
Kirstie subraya la necesidad de hablar abiertamente sobre la menopausia y el cannabis medicinal, destacando lo solitaria e incomprendida que puede ser esta etapa de la vida.
📉 Barreras de acceso y desconocimiento
- Aunque el cannabis medicinal es legal en el Reino Unido desde 2018, el acceso a través del NHS es prácticamente inexistente.
- Las recetas privadas han aumentado más del 130% entre 2023 y 2024, pero menos de cinco pacientes han accedido a este tratamiento por vía pública.
La Dra. Nabila Chaudhri, directora médica de Alternaleaf, advierte:
“La falta de conocimiento y acceso está dejando a miles de mujeres con dolor debilitante que afecta su vida diaria y su capacidad para trabajar.”
🧠 Reflexión final: ¿una revolución terapéutica en puerta?
Este estudio no solo expone las carencias del sistema de salud británico, sino que también plantea una posible transformación en la forma de abordar el dolor crónico y la salud femenina. El cannabis medicinal emerge como una herramienta prometedora, pero su integración en el NHS requiere voluntad política, formación médica y una mayor concienciación social.
La urgencia es clara: millones de mujeres y pacientes con dolor crónico necesitan soluciones reales, no paliativos genéricos. Y como dice Kirstie, “hay una luz al final del túnel, y las mujeres merecen saberlo”.
