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¿Sabías que la marihuana cruda no es psicoactiva? ¿Y qué solo se vuelve psicoactiva cuando suceden dos cosas? La primera es cuando la hierba se seca y envejece, de ahí la importancia siempre de un buen secado y curado. Y la segunda y más importante, es cuando la marihuana se calienta, lo que produce una serie de reacciones que se conocen como descarboxilación, ya que se crean más compuestos psicoactivos que durante el curado.
La descarboxilación es una reacción química en la cual un grupo carboxilo es eliminado de un compuesto en forma de dióxido de carbono. Se entiende mejor sabiendo que el compuesto principal de la marihuana y el causante de sus efectos psicoactivos, el THC o delta9-tetrahidrocannabinol, en los cogollos crudos se encuentra en su estado ácido, es decir THCa o ácido tetrahidrocannabinólico que no es psicoactivo.
Descarboxilar una hierba es muy sencillo, solo necesitamos calor. Un cogollo con un secado forzado de 2-3 días mediante un secador de aire, por ejemplo, apenas contendrá THC. Podríamos comerlo sin apenas notar sus efectos psicoactivos. En cambio, al hacer un porro o vaporizarlo, el propio calor de la combustión o vaporización descarboxila el THCA, permitiéndonos ya disfrutar de un cogollo psicoactivo. Lo mismo sucede con el CBD, el CBG y todos los demás cannabinoides, que se encuentran en su estado ácido CBDa, CBGa, etc… aunque estos no son psicoactivos o son ligeramente psicoactivos.
A la hora de cocinar con marihuana y si no son recetas que incluyan cocinado mediante calor, es importante previamente descarboxilar la hierba y para lo que se usa un simple horno doméstico. Es muy importante el control de la temperatura, pues ante todo queremos mantener intactos tanto los cannabinoides como los terpenos, que son los aceites que dan a la planta su olor y sabor característicos, y que contienen múltiples beneficios terapéuticos, como por ejemplo el linanol que es capaz de ampliar los efectos sedantes del THC.
La temperatura para la descarboxilación de la marihuana debe oscilar entre los 106-120 grados centígrados, y el tiempo de 30 a 60 minutos. Desmenuzamos los cogollos, los extendemos sobre una bandeja de horno con un papel antiadherete, y removemos cada 10 minutos para que se sequen uniformemente. Pasado este tiempo la hierba debería tener un color más oscuro, entre marrón claro y marrón oscuro. Retira del horno y deja que se enfríe, siendo después muy fácil de desmenuzar para añadir a cualquier receta.
La temperatura para la máxima expresión de los terpenos es de 154 a 204,4 °C, cualquier temperatura por encima los quemará, afectando al sabor y disminuyendo los efectos terapéuticos de la hierba. No son éstas temperaturas que usaremos en la descarboxilación para no dañar ante todo los cannabinoides, pero si es un dato a tener en cuenta, por ejemplo a la hora de vaporizar.
Si lo que pretendemos es marihuana psicoactiva, descarboxilar la hierba es fundamental como vemos. Pero no en todos los casos es necesaria recurrir a la descaboxilación, pues la marihuana cruda también tiene múltiples beneficios. Por ejemplo, las investigaciones del THCA siguen avanzando, sugieren que tienen efectos en la reducción de náuseas y vómitos y pérdida del apetito, capacidad de protección para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, efectos antiinflamatorios e inhibe el crecimiento del cáncer de próstata. Y al no ser psicoactivo, su uso se extiende incluso a la gente que huye de los efectos de la marihuana.
La marihuana cruda también está llena de vitaminas y nutrientes como muchas otras verduras saludables, una de las recetas más de moda en los últimos tiempos son los zumos de marihuana en los que se usan tanto flores como hojas recién cortadas, además de cualquier fruta o verdura como manzanas, mango, fresas, zanahoria, tomate, brócoli… Pero en el caso de la marihuana cruda con THCA, estaremos renunciando al CBD. Aunque el CBDA tiene propiedades promotoras de la salud, la descarboxilación lo hace más biodisponible para el cuerpo, que tiene que hacer un trabajo extra para romper la molécula y pueda usar la forma ácida de una manera ligeramente diferente.
Cannabinoide | 🔥 Temp (°C) | 🔥 Temp (°F) | ⏰ Minutos horno |
---|---|---|---|
THCa ➡️ THC | 95 110 130 | 200 230 265 | 50 25 7 |
CBDa ➡️ CBD | 110 130 145 | 230 265 290 | 40 12 10 |
CBGa ➡️ CBG | 110 | 230 | 40 |
Los chefs cannábicos te dirán que una gran ventaja de la descarboxilación es que te permite convertir cualquier alimento en un edible (comestible con cannabinoides). Si alguna vez has querido hacer tinturas o convertir tus productos favoritos no horneados en ambrosía infundida con THC, entonces el cannabis descarboxilado es lo que estás buscando.
En la mayoría de los casos, hay poca diferencia entre descarboxilar pensando en el THC o en el CBD, aunque la descarboxilación del CBD se produce antes al precisar una temperatura ligeramente más baja, cercana a los 110ºC (230ºF).
Si estás descarboxilando una variedad 1:1, generalmente no tendrás que ajustar nada, pero hay una buena probabilidad de que la proporción favorezca a uno u otro dependiendo de tu proceso. Un horneado a temperatura más baja y prolongado probablemente favorecerá una mayor proporción de CBD, mientras que los 110 ºC recomendados para un horneado de 25 minutos pueden cocer parte del CBD, favoreciendo así la cantidad de THC.
Por supuesto. La descarboxilación es necesaria para activar el THC y los cannabinoides de la marihuana, por lo que cualquier comestible que no se cocine debe infusionarse con cannabis descarboxilado. Si estás horneando, lo mejor es hacer mantequilla de cannabis o aceite de marihuana, para usar en la receta.