La legalización del cannabis recreativo en Canadá, implementada en 2018, ha logrado reducir de manera inmediata y sostenida las ventas en el mercado ilícito, según un estudio de la Universidad McMaster. Este cambio ha permitido que menos personas consuman productos no regulados, con perfiles de seguridad desconocidos y posibles contaminantes. Solo el 4% de los consumidores canadienses admiten comprar cannabis de fuentes no reguladas, lo que demuestra el éxito de esta política en desplazar el mercado ilegal.
En Estados Unidos, una tendencia similar se observa en los estados donde el cannabis es legal, con un 52% de consumidores adquiriendo productos en establecimientos físicos regulados. Incluso en estados donde el cannabis no es legal, muchos consumidores viajan a estados vecinos para adquirir productos con licencia.
El apoyo público a la legalización en Canadá sigue siendo alto, con entre el 60% y el 70% de los ciudadanos respaldando esta política. Además, la legalización ha reducido los arrestos relacionados con el cannabis, disminuyendo el estigma y las consecuencias legales para los consumidores.
Cinco años después
Cinco años después de la legalización, Canadá sigue siendo un referente global en la regulación del cannabis recreativo. Sin embargo, el mercado legal enfrenta desafíos significativos, como la competencia del mercado negro, regulaciones estrictas y altos impuestos, que dificultan la sostenibilidad económica de la industria. A pesar de estos problemas, el 68% de los consumidores canadienses adquieren cannabis a través de canales legales, según encuestas recientes.
En términos de salud pública, los temores iniciales sobre un aumento en problemas como la esquizofrenia o accidentes de tráfico no se han materializado. Las tasas de consumo y los incidentes relacionados se han mantenido estables o han aumentado ligeramente, pero sin correlación directa con la legalización.
La experiencia canadiense destaca la importancia de equilibrar la regulación estricta con incentivos económicos para fortalecer el mercado legal y continuar desplazando al mercado ilícito. Este modelo sigue siendo observado de cerca por otros países que consideran la legalización del cannabis recreativo.
