Pakistán ha dado un paso importante en la regulación del cáñamo industrial y el cannabis medicinal con la aprobación del primer marco provincial en Khyber Pakhtunkhwa (KP). Esta iniciativa marca el comienzo de una cadena de suministro regulada tras la legalización en 2024 y podría transformar la industria agrícola y textil del país.
Supervisión y regulación
El gobierno ha establecido a la Autoridad de Control y Regulación del Cannabis (CCRA) como el organismo encargado de supervisar la concesión de licencias, el cumplimiento de normativas y la aplicación de la ley en relación con el cáñamo y el cannabis medicinal. Esta agencia reguladora gestionará todo lo relacionado con el cultivo, extracción, producción y comercialización de productos derivados del cáñamo.
Uno de los aspectos clave de la regulación es el límite de THC fijado en un 0,3%, asegurando que los productos mantengan su enfoque industrial y terapéutico sin efectos psicotrópicos. Este enfoque está alineado con estándares internacionales y busca garantizar la seguridad pública mientras se desarrolla un mercado legal y controlado.
El gobierno federal ve esta regulación como un paso hacia la creación de una economía sostenible basada en el cáñamo, con el objetivo de fomentar la innovación, generar empleo y fortalecer la industria textil mediante el uso de materias primas nacionales.
Khyber Pakhtunkhwa como pionera
Desde la legalización del cáñamo industrial en 2020, la provincia de Khyber Pakhtunkhwa ha estado a la vanguardia de la investigación y el desarrollo de esta industria emergente. Ha lanzado múltiples proyectos piloto para evaluar la viabilidad del cultivo y ha atraído inversiones tanto públicas como privadas.
En 2022, la provincia comenzó con cultivos experimentales, y en 2023 incentivó la participación del sector privado en la infraestructura de procesamiento. Gracias a su relieve natural, clima favorable y tradición agrícola, KP tiene condiciones ideales para el cultivo de cáñamo. Empresas locales ya han comenzado a exportar textiles de cáñamo y productos de bienestar, convirtiendo a la provincia en un potencial centro global de la industria del cáñamo.
Licencias y sistema tributario
Las nuevas regulaciones establecen un régimen de licencias integral para todos los aspectos del negocio del cáñamo:
- Cultivo y viveros
- Procesamiento y extracción
- Producción de alimentos y aplicaciones médicas con CBD
- Investigación, uso industrial y fabricación de fibras
- Transporte y comercialización (mayoreo y menudeo)
Las licencias serán válidas por cinco años, no podrán ser transferidas y estarán sujetas a inspecciones periódicas. Además, el marco incorpora un sistema de impuestos sólido para generar ingresos para el estado, combatir el comercio ilícito y fomentar la innovación en el sector.
Las violaciones a las regulaciones serán severamente castigadas con sanciones que van desde multas de 1 millón a 200 millones de rupias (aproximadamente 3.600 a 720.000 euros) y penas de prisión.
Impacto en la economía y el sector textil
Pakistán busca fortalecer su industria textil, reduciendo la dependencia de materias primas importadas. Con el cambio climático y la reciente devastación de los cultivos de algodón debido a fenómenos meteorológicos extremos, el cáñamo representa una alternativa viable. Su rápido ciclo de crecimiento, resistencia al estrés climático y propiedades antibacterianas podrían cambiar el panorama agrícola del país.
Las autoridades y expertos del sector consideran que la industria del textil y los bioproductos derivados del cáñamo podría alcanzar un valor de 1.000 millones de euros al año, generando empleo y nuevas oportunidades para exportación.

Un salvavidas para los agricultores
La provincia de Khyber Pakhtunkhwa depende en gran medida de la agricultura. Muchos agricultores cultivan cereales como trigo, maíz, tabaco y caña de azúcar en pequeñas parcelas con métodos tradicionales. Sin embargo, enfrentan desafíos constantes como la escasez de agua, falta de inversión y una inestabilidad regional persistente.
El gobierno espera que el cáñamo pueda ofrecer soluciones sostenibles para los pequeños agricultores, permitiéndoles diversificar sus cultivos y aprovechar la creciente demanda en el mercado internacional.
En resumen, Pakistán está apostando por el cáñamo como una fuente de desarrollo económico y una solución para los problemas agrícolas. El éxito de esta iniciativa dependerá de una implementación efectiva de las regulaciones, la inversión en infraestructura y el apoyo continuo a los productores locales.
