Un estudio publicado en la revista Cureus analiza el uso del CBD, un componente de la marihuana, como tratamiento alternativo para el dolor crónico. Según los investigadores, incluso dosis bajas (<100 mg) de CBD pueden ser eficaces para reducir el dolor crónico sin causar efectos secundarios graves. Los datos se recopilaron a través de una encuesta en redes sociales y clínicas médicas, en la que participaron 121 adultos con dolor crónico que habían durado al menos seis meses.
Los resultados del estudio revelaron que el nivel de dolor promedio antes del consumo de CBD era de 5.4 en una escala del 1 al 10, y disminuyó significativamente a 2.6 después del uso del CBD. El 98.3 % de los participantes reportó mejoras, incluyendo tres personas que experimentaron una resolución completa de su dolor. Las dosis más comunes se encontraban entre 50 mg y 100 mg, administradas una a tres veces al día. Aunque la mayoría de los participantes no reportaron efectos secundarios, los efectos reportados, como somnolencia y fatiga, fueron leves.
El CBD demostró ser eficaz en una amplia gama de condiciones que causan dolor crónico, como la artritis, las hernias de disco, la fibromialgia, las migrañas y la neuropatía. Esto sugiere que su utilidad no está limitada a unas pocas causas específicas de dolor. Los investigadores también destacaron los múltiples mecanismos de acción del CBD, incluyendo sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, lo que podría explicar su alta tasa de eficacia.
Aunque los resultados son prometedores, los autores reconocen las limitaciones del estudio, como el tamaño relativamente pequeño de la muestra y el formato en línea de la encuesta, que podría no capturar toda la diversidad de experiencias de los pacientes. Recomiendan realizar investigaciones adicionales, incluidas encuestas presenciales y el uso de datos médicos, para validar los hallazgos y optimizar los regímenes de tratamiento basados en CBD.
En conclusión, el CBD podría representar una alternativa prometedora a los tratamientos convencionales para el dolor crónico, especialmente para personas preocupadas por el uso frecuente de analgésicos en altas dosis o sus efectos adversos.
Investigaciones recientes han señalado que los cannabinoides, incluido el CBD y otros, pueden ser efectivos para aliviar el dolor crónico y reducir la dependencia de opioides y medicamentos recetados. Se han aislado más de 180 cannabinoides de la planta de cannabis, y algunos, como el cannabicromeno (CBC) y el cannabigerol (CBG), pueden minimizar efectos adversos como la psicoactividad del THC. El CBD y el THC tienen múltiples objetivos moleculares, lo que los hace prometedores para tratar diversas afecciones dolorosas.
Un estudio publicado en la revista Pain demostró que la marihuana es más efectiva que medicamentos recetados para el manejo del dolor crónico, reduciendo el uso de opioides en muchos pacientes. Además, investigaciones en EE. UU. han vinculado la legalización de la marihuana con una disminución de las prescripciones de opioides y una reducción en las muertes por sobredosis, sugiriendo un efecto de sustitución donde los pacientes eligen cannabis en lugar de analgésicos tradicionales.
Otros hallazgos incluyen que el uso medicinal del cannabis puede ser igualmente efectivo que los opioides pero con menos efectos adversos. En estados como Minnesota, un 25 % de los pacientes con dolor crónico que tomaban otros analgésicos redujeron su uso tras iniciar tratamientos con marihuana medicinal. También se ha reportado que ayuda a reducir el dolor y mejorar el sueño, especialmente en veteranos y adultos mayores.
En resumen, estas investigaciones destacan el potencial del cannabis y sus cannabinoides como opciones seguras y efectivas para el manejo del dolor y la disminución del uso de opioides. No obstante, se recomiendan estudios adicionales para determinar las dosis óptimas y explorar su efectividad en diferentes poblaciones.
