🌱 Una plaga subestimada que se convierte en protagonista
En el mundo del cultivo de cáñamo, donde los desafíos suelen girar en torno a regulaciones, clima y enfermedades vegetales, una amenaza inesperada ha tomado protagonismo: la hormiga roja de fuego importada (Solenopsis invicta). Esta especie invasora, conocida por su agresividad y capacidad destructiva, ha causado estragos en los cultivos de cáñamo al aire libre en Carolina del Sur, afectando gravemente la producción de cannabidiol (CBD).
La doctora Allison Justice, fundadora de la Coalición de Investigación del Cannabis y directora ejecutiva de The Hemp Mine, ha sido testigo directa de esta devastación. En su parcela de media hectárea cerca de la Universidad de Clemson, estas hormigas han pasado de ser una molestia menor a convertirse en una amenaza crítica para la viabilidad de sus cultivos.
📉 De pérdidas mínimas a daños catastróficos
Durante años, Justice había lidiado con las hormigas rojas como una plaga más, con pérdidas marginales del 1%. Sin embargo, en la última temporada de cultivo, los daños se dispararon hasta un 35%, una cifra alarmante que pone en riesgo la rentabilidad y sostenibilidad del proyecto.
“Han superado a las orugas como mi némesis”, declaró Justice en una entrevista con Cannabis Business Times.
La investigadora compartió públicamente su experiencia a través de LinkedIn, donde publicó videos que mostraban hormigas trepando por los tallos de las plantas, montículos de tierra junto a las raíces y túneles tan profundos que inicialmente pensó que eran obra de roedores.
🌦️ ¿Por qué ahora? El papel del clima y la vegetación
Aunque no hay una explicación definitiva sobre el aumento de la actividad de estas hormigas, Justice apunta al clima como posible detonante. Un año especialmente seco podría haber obligado a las hormigas a buscar fuentes de humedad en las raíces de las plantas de cáñamo.
Además, el cambio en el patrón de cultivo —con pasto sembrado en toda la parcela en lugar de solo en hileras— podría haber creado un entorno más favorable para la proliferación de estos insectos. La vegetación abundante y el pasto natural ofrecen alimento y refugio, convirtiendo el terreno en un ecosistema ideal para las colonias de hormigas.
🧪 La ciencia como aliada: S-metopreno, el arma secreta
Tras investigar métodos de control, Justice encontró una solución efectiva: un regulador de crecimiento de insectos llamado S-metopreno, comercializado como Extinguish Professional Fire Ant Bait. Este compuesto actúa de forma estratégica, alterando el desarrollo de las crías dentro de la colonia.
“Si una hormiga lleva el cebo a la colonia, las crías lo consumen y no alcanzan la etapa reproductiva. Así, la colonia muere gradualmente”, explica Justice.
La clave del éxito, según la experta, está en aplicar el producto antes de la siembra y en comprender el comportamiento alimentario específico de la plaga. Los cebos genéricos no suelen funcionar, ya que no todos los insectos responden igual a los mismos compuestos.
⚠️ Regulaciones y técnica de aplicación
Aunque el método ha demostrado ser eficaz, su uso no está permitido en todos los estados de EE. UU. Justice recomienda a los agricultores consultar las listas estatales de pesticidas aprobados antes de aplicar cualquier producto.
Además, destaca la importancia de la técnica de aplicación: en lugar de esparcir el cebo directamente sobre el campo, ella lo coloca en recipientes plásticos con agujeros, lo que permite a las hormigas acceder al compuesto sin contaminar el terreno.
📢 Un llamado urgente a la comunidad agrícola
Justice no solo busca resolver su problema, sino también alertar a otros cultivadores sobre la amenaza silenciosa que representan estas hormigas. Recomienda:
- Inspeccionar regularmente los cultivos en busca de montículos, que pueden medir desde unos centímetros hasta más de medio metro.
- Estudiar la biología de la plaga, para entender sus hábitos y debilidades.
- Actuar de forma preventiva, antes de que el daño sea irreversible.
“Leer todo lo que puedas sobre el insecto con el que estás lidiando es una de las mejores cosas que puedes hacer”, concluye.
🔍 Más allá del cáñamo: un problema nacional
La hormiga roja de fuego importada no es exclusiva de los cultivos de cáñamo. Esta especie invasora ha sido reportada en múltiples estados del sur de EE. UU., afectando desde jardines residenciales hasta grandes extensiones agrícolas. Su capacidad para formar colonias masivas, excavar túneles y atacar con picaduras dolorosas la convierte en una amenaza tanto para la agricultura como para la salud pública.
🌿 Reflexión final
El caso de Allison Justice es un ejemplo claro de cómo la investigación aplicada, la observación detallada y la acción proactiva pueden marcar la diferencia en el manejo de plagas. En un sector como el del cannabis y el cáñamo, donde cada planta cuenta, ignorar una amenaza como la hormiga roja de fuego puede tener consecuencias devastadoras.
Este episodio también subraya la necesidad de compartir conocimiento entre cultivadores, investigadores y legisladores para enfrentar juntos los desafíos emergentes en la agricultura moderna.
