2020 será conocido como el año del coronavirus, pero Dani Rovira ha tenido otra batalla mucho más importante que librar. El actor nos ha maravillado con su historia de superación. Al mismo tiempo que se iniciaba el confinamiento, tenía que lidiar con algo más importante: un cáncer. En el pasado mes de marzo le diagnosticaron un linfoma de Hodking.
Dani Rovira recurre a la marihuana para superar un linfoma
Fue una enorme losa para Rovira, que, tras superar la enfermedad, reconoció que fue corriendo al hospital. Se le pasaron por la cabeza mil cosas, pero pensó que podía ser cualquier cosa. De hecho, no tenía ni idea de qué se trataba el linfoma de Hodking. Fue una espera realmente tensa en el hospital, donde grabó todo lo que ocurrió. Tiene una amiga que es médica y su objetivo era poder enseñarle todo lo que le había comentado el médico.
A partir de aquí inició su duro camino. Su mente asimiló lo que se venía, pero en cambio su cuerpo parecía no querer aceptarlo. Tanto así que, el cómico se desmayó, perdiendo el conocimiento. Se despertó para ir a hacer la biopsia, antes de aceptar que tocaba empezar con las sesiones de quimio y radioterapia.
Tras ocho meses de tratamiento de quimioterapia y radioterapia, podemos estar tranquilos. El cómico se encuentra en perfectas condiciones. Sin embargo, hubo un elemento extra que fue como su ángel de la guarda en todo este camino: la marihuana terapéutica. El principal elemento del cannabis fue fundamental, ya que le ayudó a controlar todos los dolores, especialmente relacionados con náuseas y vómitos.
La quimioterapia provocó que Rovira tuviera numerosos problemas estomacales. Él mismo lo definía como «estar hecho un trapo o ir pedete». De hecho, en las diferentes imágenes que compartió a través de su Instagram nos desvelaba una figura que había perdido mucho peso. Precisamente, la marihuana le permitió recuperar las ganas de comer. Prefirió tener descomposición o problemas estomacales, que dejar de comer.
A sus 40 años, el actor nos reconoció que agradecía a la vida el hecho de poder darle una segunda oportunidad. Junto a Clara Lago, su expareja y mejor amiga, crearon la Fundación Ochotumbao. Una organización sin ánimo de lucro que busca obtener recursos para otras ONGs que defiendan causas como un mundo más justo para personas, animales y el medio ambiente. Ambos se conocieron en la película Ocho Apellidos Vascos, uno de los grandes éxitos del cine español en 2014. La propia Clara ha sido un enorme apoyo para Rovira durante este largo período.
La otra historia de superación: 100 metros
Otros muchos rostros famosos también han recurrido a la marihuana por sus propiedades terapéuticas, como Rovira, que la utilizó para llevar mejor todos los efectos secundarios que puede acarrear un cáncer. Tanto es así que el propio cómico fue elegido para actuar en la película 100 metros, una historia de superación que narra la experiencia de Ramón Arroyo.
Ramón, interpretado por el cómico, representa a un padre de familia que vive por y para el trabajo. Sin embargo, todo cambia cuando le diagnostican una enfermedad, la esclerosis múltiple, hasta el punto que los médicos le dicen que en un año ya no podrá ni caminar 100 metros. No obstante, Ramón, lejos de venirse abajo, decide afrontar el mayor desafío de su vida: prepararse para la prueba deportiva más dura actualmente, como es el Ironman. Una prueba de triatlón en la que se empieza nadando, se sigue en bicicleta y se acaba corriendo.
De hecho, para conocer de primera mano esta historia, Dani acudió a Ramón Arroyo para conocer profundamente su testimonio e inspirarse en el personaje que iba a interpretar. Ramón le contó su experiencia con la enfermedad, cómo andaba, cómo pensaba y la rutina que seguía en su día a día. Tuvo que ponerse tanto en el papel que Rovira llegó a empatizar realmente con la figura de Ramón, algo que tuvo que vivir en sus primeras carnes para superar el cáncer.
En la película, también acude a la marihuana con fines terapéuticos, al igual que hizo el propio Dani Rovira con el linfoma. Positronics, un banco de semillas de marihuana que comercializa sus productos por Internet, nos enseñó la cepa CBD Caramelice que fuman Dani y Karra Elejalde en la película en una escena conocida como la «pipa de la paz».
Como Ramón Arroyo, Dani Rovira tuvo que vivir en sus propias carnes la superación de una enfermedad como el cáncer. Nunca se rindió y, tras ocho meses de lucha, consiguió volver a la normalidad. La marihuana con fines terapéuticos acabó siendo realmente útil para él. Se inspiró en el personaje al que tuvo que interpretar en la película 100 metros y comprobó de primera mano que si funciona. Por ello, el cannabis cada vez es más aceptado por la sociedad científica.