Como bien sabréis, el boom y la expansión del sector cannábico, no está dejando indiferente a nadie. Poco a poco se está comenzando a mostrar todo su impacto en diferentes sectores de la sociedad. En ocasiones, en este impacto del que hablamos, todas las partes y los actores implicados en la ecuación, muchas veces salen beneficiados, pero en otras ocasiones, como de la que vamos a hablar hoy, una de las dos partes se siente agraviada y no es capaz de compartir un pedazo del pastel para los dos, volcando todo su esfuerzo en que el otro no tenga nada. Este es el caso a grosso modo del cannabis con el alcohol o las industrias farmacéuticas en E.E.U.U..
Desde que se ha legalizado en muchos estados de Estados Unidos, el impacto que está generando el cannabis en la cultura social y en los hábitos de consumo asociados al tiempo de ocio en el país está cambiando tanto, que son muchos los sectores tanto ‘beneficiados’ como ‘agraviados’. El problema viene cuando los ‘beneficiados’ no hacen más que aumentar sus nóminas y los ‘agraviados’ comienzan a ver mermados sus ingresos. Esto es lo que está pasando con el cannabis y su relación con la industria del alcohol y las farmacéuticas.
Si es legal el cannabis, no ingresan lo mismo
Como os contábamos más arriba, poco a poco se está comenzando a medir el impacto que está generando la legalización/regularización del cannabis y, por lo que se puede ir observando, tanto la industria farmacéutica como el sector relacionado con el alcohol, se están viendo muy afectados, no de forma exagerada, pero si comienzan a notar que hay un nuevo participante en sus dos diferentes ‘disciplinas’.
Hace apenas unos meses, la empresa de producción y distribución de cannabis medicinal californiana Eaze publicó un estudio en el que se demostraba con datos como los consumidores de alcohol y fármacos, desde que se legalizó el cannabis como un consumible más o como tratamiento, han comenzado a dejar de utilizarlo en pos de un mayor consumo de cannabis o derivados.
Según apuntan los datos obtenidos en esta investigación, de una serie de encuestas que se realizaron, habría diversos motivos por los cuales el cannabis estaría reduciendo tanto el consumo de alcohol o fármacos.
Si el cannabis es usado como consumible lúdico, los usuarios lo ven más natural y mucho menos nocivo que el alcohol, por lo que comienzan a preferir el cannabis a modo natural de desconexión de la vida rutinaria (más de un 82% de los 250.000 encuestados). Si el cannabis es usado como terapia, el mismo argumento, (el 95% de los que se medican) prefieren el cannabis al no ser producido en ningún laboratorio químico, siendo un mero fruto de una planta, los usuarios de medicamentos (sobre todo los relacionados con el dolor) en California, también preferirían los cogollos a las pastillas.
La revelación de un secreto a voces: Donaciones, Wikileaks…
Los esfuerzos de estas industrias por contrarrestar la fuerza que está cogiendo la regulación del cannabis en E.E.U.U. están haciéndose patentes de diversas formas. Por ejemplo, una de las primeras veces que quedó claro fue en octubre del año pasado. Según un informe publicado por The Guardian, la empresa farmacológica Insys Terapéutica se convirtió en el mayor donante de la campaña política contra la Proposición 205, en las pasadas elecciones, que pretendía regularizar la situación del cannabis en el estado de Arizona.
A su vez, a esta campaña anti legalización en Arizona, también estuvo respaldada por las grandes empresas del alcohol en el estado. La asociación del vino en Arizona, o la empresa de distribución PAC donaron ingentes sumas de dinero a las campañas reivindicativas del no a la regularización del cannabis.
Otra de las veces que ha quedado de manifiesto este boicot al cannabis por tanto el alcohol como la industria farmacológica, sin dinero en este caso de por medio, fue con los emails de Wikileaks, que por lo visto, llegan hasta aquí.
De acuerdo con uno de los cables filtrados, la asociación de Vinos y bebidas espirituosas de América llegó hasta a introducir un anuncio con información sesgada y no contrastada en uno de los boletines que circulaban de manera cerrada en el último congreso de la Convención Nacional del partido Demócrata. En este panfleto que se reparte de forma gratuita entre los invitados, se engañaba e informaba con datos falsos sobre el mal impacto que estaba teniendo para la seguridad vial la regularización del cannabis, obviando y olvidando, que el alcohol es la primera causa mortal y representa un 30% de la causa de las muertes en accidentes de tráfico en E.E.U.U..
En este mismo congreso, una de las cosas que también llamo la atención, es que la misma asociación de Vinos, se mostró durante todo el congreso demócrata, reacia a apoyar al por aquel entonces candidato a la presidencia del partido Bernie Sanders, el cual, como muchos sabréis, siempre se ha mostrado mucho más abierto a una posible legalización.
Estos hechos, unidos a otros muchos que también se conocen, representan el impacto que está teniendo en la sociedad la legalización del cannabis sea cualquiera que sea el uso que se le dé. La inmersión en la sociedad de la marihuana es cada vez más real, siendo la comunidad cannábica la que se tiene que encargar de que estos lobbies de interés no logren frenar el avance de la regularización de la planta que, cada vez más, está más cerca.