El cáñamo posee múltiples cualidades, y una de las menos conocidas la ofrece el aislamiento de cáñamo, un material que contribuye a reducir las emisiones de CO₂ en la atmósfera.
Además de este importante aspecto, este material proporciona un amplio abanico de ventajas que lo están convirtiendo, cada vez más, en una de las opciones preferidas por fabricantes y consumidores.
¿Cómo y por qué se emplea el aislamiento de cáñamo?
En el mundo de la construcción, el aislamiento es un factor esencial en la calidad de la obra. La cantidad de aislantes para construcción disponible en el mercado es más que amplia. El abanico de opciones incluye materiales artificiales, derivados del plástico, distintos tipos de corchos y maderas, espumas y un largo etcétera. Esto es debido a que no todas las condiciones son las mismas y unos materiales son más aptos que otros para entornos con distintos grados de humedad, ruido, temperatura y demás factores.
Además de la idoneidad para su función, se tienen en cuenta otros factores, como la modularidad, los tamaños, las técnicas de implantación, el peso y sus procesos de fabricación.
En los últimos años, en los que ha aumentado la conciencia global por mantener un planeta sostenible, los materiales aislantes ecológicos han ido adquiriendo cada vez más protagonismo. En este sentido, el cáñamo se ha abierto camino como aislamiento ecológico gracias a ciertas características que cumplen con muchas de las condiciones que se esperan de los aislantes.
Una de ellas se encuentra ya en el propio proceso de fabricación. La planta del cáñamo crece a gran velocidad, pudiendo alcanzar hasta los cuatro metros de altura en unos cien días.
Cuando se habla de su menor impacto de CO₂ en la atmósfera, no se hace referencia únicamente al ahorro energético que aporta como aislante, sino al hecho de que se trata de una planta que consume grandes cantidades de dióxido de carbono durante su crecimiento. Es decir: no solamente reduce las emisiones, sino que también colabora en la eliminación de este gas de efecto invernadero de la atmósfera.
Estas características lo convierten en una opción más adecuada frente a otros materiales aislantes térmicos ecológicos, como pudieran ser la madera o el corcho.
Otros factores muy tenidos en cuenta para tomar como opción principal están relacionadas con su manejo. Se trata de un material ligero, por lo que su transporte resulta más ágil. Con ello, también requiere de estructuras de carga menos rígidas, lo cual incrementa la seguridad y facilita su manejo.
Para terminar, el aislamiento de cáñamo se construye con las fibras, obteniendo un material llamado lana de cáñamo. Este se presenta en distintos formatos, como las mantas de cáñamo, tableros rígidos, fieltro en rollo, ladrillos e incluso la propia lana a granel, pudiendo adaptar su forma de uso en la construcción.
Cuenta con más ventajas que espolean su empleo en obras y edificaciones: se trata de un producto no abrasivo, reduciendo riesgos en su aplicación y manejo, no es tóxico, no genera olores y su proceso de producción requiere poca inversión en energía.
Hasta aquí se han expuesto varias de las principales razones favorables de este material para fabricantes y constructores.
Ventajas de emplear el cáñamo para aislar
A diferencia de otros materiales, el aislamiento de fibra de cáñamo es 100 % natural, 100 % biodegradable y totalmente reciclable.
Al consumir (no generar) grandes cantidades de CO₂ durante el crecimiento de la planta, su impacto en el calentamiento global no solamente es nulo, sino que es negativo. Se trata, por tanto, de una forma natural de reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera de forma activa, sin preocuparse por las emisiones.
En lo que respecta a su eficiencia, además de tratarse de un buen material aislante térmico, también funciona como aislante acústico, a diferencia de otras alternativas como el poliestireno o el poliuretano.
Su resistencia al fuego minimiza los estragos de cualquier eventual incendio, haciendo que las construcciones que lo emplean no solamente estén adecuadamente aisladas, sino que también sean más seguras. A ello también ayuda su ligereza, puesto que, aunque la estructura principal de la construcción resulte dañada, ejerce menos presión sobre la misma. Con lo que se reduce en gran medida el riesgo de derrumbamientos.
También funciona eficazmente como regulador de la humedad, siendo muy recomendable para edificios permeables al vapor.
Al tratarse de un producto orgánico sin procesos químicos de por medio, no contiene sustancias volátiles nocivas, no irrita la piel ni presenta un peligro para los pulmones.
Los tableros y mantas aislantes de cáñamo son fáciles de cortar e instalar. Así, se reduce el tiempo necesario para terminar la obra o remodelación. Debido a su estructura, se conectan con facilidad unos con otros. De esta forma, se evitan los llamados puentes térmicos, que podrían reducir su eficacia como aislante.
Su estructura fibrosa hace de él un componente altamente transpirable. Por eso, aunque aísla del ruido y el frío, favorece una renovación constante y natural del aire, manteniendo los interiores mucho más saludables.
El aislamiento de cáñamo es una solución ecológica y natural para obtener todas las ventajas del aislamiento en viviendas y demás edificios. Ofrece, además, otras ventajas adicionales, tanto a fabricantes y constructores como a los usuarios y residentes de las construcciones que lo emplean.
Su uso no solamente ayuda a paliar el cada vez más urgente problema del cambio climático. También reduce las molestias producidas por otras clases de aislantes, aunando varias características que, de otra forma, deben tratarse por separado, y aumenta el confort y la comodidad en el hogar. También reduce significativamente los peligros que pueden surgir ante un eventual accidente.
Su origen natural y orgánico hace de él una solución sostenible y responsable. Esta deja ver sus resultados no ya a largo plazo, sino en el día a día, eliminando problemas de toxicidad, alergias y demás clases de agresiones a la salud.
Todas estas razones convierten al aislamiento de cáñamo en una de las opciones más indicadas para la mayor parte de edificaciones de todo tipo.