Un nuevo estudio llevado a cabo en Kansas ha revelado que el consumo individual de cannabis está estructurado en función de las citas y obligaciones diarias, como el cuidado de los niños. La investigación, basada en entrevistas con 177 sujetos de prueba, muestra que la mayoría de los consumidores ajustan el uso de marihuana y hachís a sus responsabilidades, evitando el consumo antes de actividades importantes.
Desmitificando el estereotipo de los padres consumidores
Históricamente, en países como Alemania, los padres que consumen cannabis han sido etiquetados como negligentes, propagando la idea de que el THC interfiere en la crianza responsable. Sin embargo, este estudio confirma que los consumidores no descuidan sus obligaciones y que el uso de marihuana no implica automáticamente irresponsabilidad.
Previo a esta investigación, el “Centro Cofrin Logan para la Investigación y el Tratamiento de las Adicciones” junto con la Universidad de Brown ya habían demostrado que los padres que fuman marihuana continúan desempeñando sus roles familiares sin problemas. No hay evidencia científica que respalde la visión de que el consumo de cannabis los convierte en malos padres, lo que ayuda a desmontar un prejuicio extendido desde épocas de prohibición.
Equilibrio entre el trabajo y el ocio
El consumo de cannabis se estructura en torno a la rutina del usuario, y lejos de generar caos en la vida cotidiana, los consumidores continúan realizando sus tareas sin interrupciones. Los fumadores, cuando tienen citas importantes como entrevistas laborales o reuniones familiares, evitan el consumo previo, demostrando un alto grado de responsabilidad.
Al contrario de los prejuicios difundidos por sectores opuestos a la legalización, el estudio sugiere que el consumo de THC rara vez afecta negativamente la organización personal. De hecho, algunas personas lo emplean estratégicamente para estimular la creatividad y relajarse antes de actividades específicas, sin caer en un consumo descontrolado.
Indicadores de problemas de adicción
El estudio también revela que una conducta adictiva al cannabis es fácilmente identificable: quienes padecen adicción suelen faltar a citas importantes y repetir errores sin mejorar su desempeño personal. Sin embargo, la mayoría de los consumidores utilizan el cannabis de manera consciente y no muestran signos de dependencia.
Efectos positivos en la vida diaria
Uno de los hallazgos más relevantes es que muchos participantes afirman que el cannabis les ayuda a dormir mejor, reducir el estrés y afrontar el día con mayor tranquilidad. Esta conclusión destaca la posibilidad de que, más allá de los estigmas, el consumo de marihuana pueda ofrecer beneficios en la vida cotidiana, siempre que se utilice de manera responsable.
Conclusión
El estudio de Kansas cierra una brecha en la investigación sobre el cannabis al demostrar que su consumo no interfiere negativamente en las responsabilidades diarias de los usuarios. A medida que las investigaciones continúan, se espera obtener más información sobre cómo las personas regulan su consumo y en qué circunstancias lo reducen o eliminan completamente de su rutina.
